
Las metodologías conductuales nacen del psicólogo Carl Jung, cuya teoría nos ayuda agrupar a las personas en dos ejes:
- Cómo tomamos las decisiones entre pensamiento y sentimiento.
- Cómo nos comunicamos, si somos extrovertidos o introvertidos.
A través de las metodologías conductuales se han desarrollado herramientas como Discovery Insights. Este método conductual lo podemos aplicar tanto a la gestión de equipos como a la experiencia de cliente. Nos ayuda primero a conocernos a nosotros y a los demás para seguidamente adaptarte e incluso llegar a condicionar o influir en las personas (lo que en este caso sería condicionar o influir en la experiencia que viven tus clientes).
El método Discovery Insights utiliza cuatro colores o energías cromáticas básicas para agrupar las personalidades y nuestro lenguaje. Veamos en detalle cuáles son:
Azul
Las personas que pertenezcan a este grupo tienen una posición de introversión con respecto al pensamiento; son personas orientadas a la tarea, y en este sentido tienen predisposición a los datos y los números. Consiguen mantenerse con calma en situaciones de presión y acostumbran a mantener una reflexión muy alta porque necesitan ponderar esa información. Las etiquetas que habitualmente se le aplican a este tipo de personas son: precisas, formales, objetivas, analíticas, prudentes o metódicas.
Los de este grupo pueden llegar a ser rígidos, indecisos y suspicaces si no tienen toda la información necesaria, además de ser considerados fríos o reservados. Por último, se comunican mejor de forma visual.
Rojo
Extroversión y pensamiento, este grupo disfruta con mucha actividad, utilizando la lógica y centrándose en los hechos. Son audaces, directos, determinados y sobre todo competitivos.
Las personas que pertenecen a este grupo son consideradas agresivas, controladoras, dominantes, autoritarias o intolerantes. Se les suelen identificar por la frase “porque lo digo yo”.
Amarillo
Extroversión y sentimiento, son personas sociables y atentas con los demás. Les encantan las relaciones sociales, tanto es así que les cuesta mucho trabajar solas, porque necesitan la interacción constante con diferentes personas. Son muy comunicativas, espontáneas, entusiastas, sociables y efusivas.
Este tipo de personas tiene una gran dualidad y es que son personas estables, pero a la vez son frenéticas, indiscretas, extravagantes y en ocasiones se precipitan en la toma de decisiones.
Verde
Este tipo de personas se asocian con la introversión y sentimiento, así como con el enfoque y la reflexión. Son personas ponderadas en armonía, en consenso, comprensivas, conciliadoras, tolerantes, pacientes y sensibles.
Son bastante dóciles, sumisas y en ocasiones obstinadas. Las personas que pertenecen a este grupo tienen un elevado nivel de energía, se preocupan por el bienestar del equipo y pueden ser muy útiles a la hora de decidir la consistencia ética de las acciones de una organización.
Cada uno de estos colores marca una conducta o un patrón, pero hay que tener en cuenta que todos llevamos una mochila personal en la que cargamos nuestros éxitos, nuestros fracasos y conocimientos, por eso hay que tener en cuenta que sólo un 3% de la población analizada tiene una zona de los colores dominante. La gran mayoría tenemos dos o tres, dependiendo de en qué ambiente nos encontremos; por ejemplo, actuamos de distinta forma en lo laboral, que en lo personal.
Cada uno de nosotros se caracteriza por una combinación única y diferente de estas cuatro energías de color, lo que determina nuestras preferencias en la forma en que trabajamos, comunicamos e interactuamos entre nosotros. Y tú, ¿De qué color crees que eres?